sábado, 14 de junio de 2008

MANUAL PARA SOSTENEDORES DE COLEGIOS MOVILIZADOS




De una forma insólita se ha hecho público desde la CONACEP un Manual para Sotenedores que tengan que lidiar con las movilizaciones de los estudiantes.

Este Manual les apunta explícitamente la forma "democrática" y "conciliadora" con la que tiene que actuar el enemigo (sostenedor), para así ganar la confianza de los estudiantes y lograr detener las movilizaciones. Además da instrucciones claras para cada situación, dependiendo de la gravedad, etc.


Extracto


Nivel 3 De Crisis


Nivel 3 a)
1. Tome el control de la situación, llamando a todos a la calma (por altoparlante o por micrófono), en un tono firme y pausado, transmitiendo tranquilidad.
2. Solicite a los alumnos dirigirse sin correr a sus salas de clases y mantenerse allí hasta que la situación sea superada. Pida la colaboración de los profesores en esta tarea.
3. Solicite, también por altoparlante a los inspectores, tranquilizar a los alumnos agresores, instruyéndolos para evitar contacto físico que pudiera malinterpretarse como maltrato.
4. Insista en el cuidado personal y en el hecho de evitar accidentes.
5. Cuando haya terminado de dar las instrucciones, ponga música suave para crear un contexto de calma.
6. Una vez retornada la calma, reúnase con su Equipo para dimensionar el daño causado y decidir las sanciones establecidas en la normativa del establecimiento: suspensión de clases a los alumnos infractores, aviso a los padres y apoderados, etc. Inmediatamente
7. Informe de las determinaciones a toda la comunidad educativa; al Municipio, la Provincial de Educación correspondiente y a la CONACEP y evalúe el envío de una denuncia a carabineros. Inmediatamente o a 1ª hora del día hábil siguiente.


Nivel 3 b)
1. Solicite el desalojo, de acuerdo al procedimiento sugerido (Anexo 3 a) y 3 b)
2. Informe de las determinaciones a toda la comunidad educativa; al Municipio, la Provincial de Educación correspondiente y a la CONACEP. Inmediatamente


NOTA: Se adjuntan recomendaciones para enfrentar a los medios de comunicación que pudieran ser atraídos por los acontecimientos, en Anexo 4



ANEXO 1:
PUNTEO DE DISCURSO A LA COMUNIDAD EDUCATIVA RESPECTO DE LOS EFECTOS DE UNA EVENTUAL PARALIZACIÓN DE ACTIVIDADES


-Es de conocimiento público que los estudiantes están llamando a nuevas movilizaciones, con el fin de exigir que se paralice la tramitación en el Congreso del proyecto de Ley General de Educación, que reemplazará a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza y para protestar por diversos problemas vinculados con la Tarjeta Nacional Estudiantil y la tarifa escolar en la locomoción colectiva.
-La iniciativa legal que se encuentra actualmente en el Congreso fue fruto de un diálogo de meses entre representantes de todos los partidos políticos con representación parlamentaria, pone énfasis en temas vinculados con la calidad de la educación y mejora en forma sustancial la actual norma que rige el sistema escolar chileno.
-Este acuerdo se cumplió a cabalidad en la comisión de educación de la Cámara de Diputados y, actualmente, algunos parlamentarios han anunciado que propondrán cambios al acuerdo. Es en este ámbito, el parlamentario, donde el tema debe avanzar y resolverse.
-Además, los cambios legales que se necesitan requieren de quórum muy altos para ser aprobados, por lo cual es con acuerdos y no con movilizaciones la única forma de sacarlos adelante. En el peor de los casos, la situación puede derivar en que no haya ningún tipo de consenso y se mantenga la normativa actual.
-Llamar a paro de actividades no generará adhesión de la ciudadanía, sino que complicará a cada uno de los integrantes de esta comunidad educativa, perjudicando precisamente aquello que demandamos: una mejor educación, un mejor aprendizaje para todos. Debemos tomar conciencia, que todas las clases que NO se realicen deben ser recuperadas. Nuevas movilizaciones provocarían retraso de materias, salidas más tarde para la recuperación de clases, retraso en la PSU, imposibilidad de que los padres dejen a sus hijos más pequeños en el colegio, obstaculizaría horarios como el de los niños que almuerzan en el colegio, retraso de las vacaciones, etc.


Sólo a modo de ejemplo, una semana de paralización de actividades en el colegio trae como consecuencia directa cinco sábados de recuperación de clases con todo lo que esto implica tanto para las familias de los alumnos como para las familias de los profesores. Imagínense la alteración en la vida de cada una de las familias de esta comunidad escolar si debemos terminar el semestre durante el próximo verano, cuando todos - alumnos y profesores- deberían estar descansando.


Ahora, respecto de la calidad de la educación que con razón se reclama, tanto los alumnos como los padres y apoderados deben saber que el proceso de aprendizaje en una clase de recuperación es mucho menor que en una clase normal. Es importante manifestarse y debatir por la educación que deseamos, pero ello debe realizarse en un contexto de respeto por todas las personas, así como de los bienes materiales públicos y privados.




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